Revisión ‘ex post’ de la agenda de junio de Juan Jiménez Mayor
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Desde el mes de junio pasado la oficina del Presidente del Consejo de Ministros decidió honrar su compromiso de gobierno abierto, publicando la agenda del Primer Ministro en la web institucional. La publicación de la agenda de este funcionario público es importante porque nos indica cómo emplea su tiempo, cuáles son sus prioridades políticas reales y nos permite compararlas, por ejemplo, con sus declaraciones. La agenda es, en suma, un importante documento de gestión que es público por ley.
Una revisión de la agenda de junio de Juan Jiménez nos permite llamar la atención de sus ayudantes sobre algunas reuniones que podrían estar mejor explicadas. Por ejemplo, podemos constatar que el lunes 3 y el martes 4 de junio tuvo dos largas reuniones con un señor llamado Jorge Aprile. Y el 21 de junio lo visitó un señor llamado Virgilio Acuña. La agenda debería indicarnos quienes son estos señores y qué tema trataron. Obtener una cita con el Presidente del Consejo de Ministros no es cosa fácil, y los temas que este importante funcionario trata son de interés público.
También tenemos que el martes 11 de junio se reunió durante una hora con jueces. ¿Pero quienes eran estos jueces? ¿Por qué motivo fueron a visitarlo? Una reunión protocolar o de coordinación correspondería o al Presidente de la Corte Suprema o tal vez al de una Corte Superior de Justicia, pero la agenda no brinda ningún detalle sobre esta reunión. Debería hacerlo.
La agenda señala además que lo visitaron algunos empresarios que han dado que hablar en la prensa. Por ejemplo, Samuel Dyer acudió a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) en dos ocasiones (el miércoles 12 y el lunes 24 de junio), así como Alfredo Novoa Peña (el jueves 13 de junio) y Raúl Diez Canseco en nombre de la USIL (el 20 de junio). En ninguno de estos casos se consigna el motivo de la reunión. La poderosa Sociedad Nacional de Radio y Televisión también tuvo espacio en la agenda de Juan Jiménez, al final del lunes 17 de junio, pero no se indica quien la representó ni el motivo de la reunión.
Como pie de página a este breve examen cabe señalar que la correcta publicación de las agendas de los principales funcionarios de todas las entidades públicas es un tema pendiente, a pesar de que se trata de un mandato expreso de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública vigente desde hace 10 años. ¿Qué es lo correcto? La norma dice que se debe publicar lo que hicieron y lo que harán, es decir, que la agenda debe poder indicarnos la planificación del trabajo de los funcionarios públicos. Además, el registro de las reuniones debe consignar los nombres de los participantes, sus cargos y el motivo de la cita porque la propia Ley de Transparencia también señala que cualquier persona puede solicitar las actas de las reuniones oficiales de los funcionarios públicos.
Pero en el siglo 21 la correcta publicación de un documento tiene también que ver con la calidad del soporte tecnológico. Esto quiere decir que la adecuada publicidad de una agenda debe permitir al visitante exportar y reutilizar fácilmente la información que contiene. Además, no estaría nada mal que las agendas adjunten las actas de las reuniones. Mayor transparencia de la gestión pública, imposible.
No obstante haber constatado todas estas carencias, es importante que la PCM haya dado un paso adelante en materia de gobierno abierto con esta novedosa publicación, dado que se convierte en un ejemplo a seguir por toda la administración dentro un proceso que debe tender a la mejora continua.